sábado, 24 de enero de 2009

AGRADECIMIENTO A MIS LECTORES



En esta ocación deseo referirme a todos y cada uno de mis amables lectores que han tenido a bien leerme:

Cada frase y cada palabra, que me han dirigido, no solo me han dado una gran satisfacción, sino ademas me ha hecho meditar que vale la pena escribirle al amor. De ahí que deseo agradacerles su tiempo y sobre todo sus comentarios.

Por mi parte seguiré escribiendole al amor y claro trataré de que lo que escriba sea entretenido y de alguna manera, igual sea de cierta utilidad para que junto conmigo disfruten del amor.

Adicionalmente es mi deseo ofrecerles mi amistad sincera y permanente, por lo tanto y como prueba de ello he escrito algo que espero sea de su agrado.

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“La amistad”
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Un día, como cualquiera otro de los muchos que transcurren sin que suceda nada, tal vez esperando a que algo me lleve a conocer a diferentes personas, tener nuevas relaciones, nuevas amistades y todo eso que conlleva el tenerles. Me hicieron meditar: ¿Nuevas amistades? ¡Qué bonita palabra! “Amistad”, ¿Cuántas cosas interesantes se encierran en ella? ¿Cuántas cosas amargas nos puede deparar? ¿Cuántos recuerdos vienen a mi mente cuando la menciono?

Quizá por eso, cuando me decidí a escribir algo referente a la amistad, lo pensé mucho, pues es difícil hacerlo, el tema es muy amplio y se ha escrito tanto acerca de la amistad, que no me decidía. Sin embargo, pasaron los días y la idea no se borró de mi mente. Lo que pasa es que para eso se necesita saber hacerlo, tener estilo, saber lo que uno quiere comunicar y como comunicarlo y todo eso no es nada fácil. Normalmente me gusta leer, leer mucho. Pero a partir de aquel día me he propuesto a tratar de entender como está escrito todo aquello que cae en mis manos. Un libro, una revista, el diario, mis notas, todo. Porque efectivamente me he decidido a escribir algo, aunque no se publique en ningún lado, lo haré por el solo gusto de hacerlo y que mejor que tomar la palabra “Amistad” como tema.
¿Cuantas veces en la vida tenemos la oportunidad de practicarla?, De mantenerla, de cultivarla, de buscarla ¿y porqué no? De perderla. Porque la amistad es todo eso y mucho más. En esta ocasión yo me pregunté. ¿Qué has hecho de la mistad?, ¿Cómo la has utilizado?, ¿Para qué te ha servido? Seguramente si reflexionamos y nos hacemos las mismas preguntas, las respuestas no serán todas iguales, uno opinará que la ha cultivado, otros que ni siquiera la necesita y no faltará quien ni la conozca. Por mi parte, creo que la he buscado, la he buscado siempre y gracias a ello me he rodeado de “amigos”, de verdaderos amigos. Mismos que no he utilizado ya que la “amistad” en mi concepto no se hizo para ser utilizada, sino para vivir con ella y por ella. Y los amigos son el resultado de esa búsqueda constante y que mucho me ha servido. Ya que gracias a la “amistad”, tengo recuerdos, tengo esperanzas, tengo amigos, “Muchos Amigos”
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sábado, 17 de enero de 2009

La comunicación


La comunicación es básica para el buen entendimiento de una pareja, pero habremos que entender y dejar muy claramente establecido que la comunicación deberá ser del todo sincera y honesta, evitando a como de lugar el tratar de comunicarse en momentos o circunstancias poco propicias; tal es el caso cuando, en vez de platicar se llega a la discusión y lo peor es tratar de hacerlo cuando alguno de los dos se encuentra molesto o francamente enojado (a) y esto es muy común pues sucede muy a menudo ya que la ira lejos de ayudar solo nos traerá funestas consecuencias.
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Fue en una tarde de septiembre

Aquel atardecer cuando te conocí,
lo recuerdo con placer
Noté tu pelo agitarse dócilmente,
con tu andar apresurado
Fue una tarde algo calurosa
y la lluvia amenazaba con caer
De ningún modo olvidaré,
esa cálida tarde de septiembre

Con la prisa, tus caderas se movían
con cadencia inusitada
Yo sorprendido gratamente,
no supe el cómo proceder
Pues gozaba de tu andar,
antes de que la lluvia te alcanzara
Decidí por fin hablarte
y ofrecerme acompañarte a guarecer

Que emoción sentí al escuchar de ti,
aceptar te acompañara
Tu sonrisa alegre me cautivó
e hizo a mi cuerpo estremecer
De tus ojos me prendé
y temblé al tocar tu piel tan delicada
De ningún modo olvidaré,
esa cálida tarde de septiembre

A partir de entonces sigo embelesado.
¡Eres todo mi querer!
Hoy compartes tu vida con la mía,
inmensamente enamorada
No obstante, al observar tu andar,
aún me causas gran placer
Cuando mueves tus caderas
con esa cadencia extraordinaria
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En la vida de pareja es imposible abstenerse de los problemas, desde aquellos muy simples hasta los que nos dejen huellas de resentimientos muy profundos. Basta un malentendido, unas palabras confusas dichas o escuchadas en el momento menos indicado y en muchas ocasiones sin que lleven ninguna mala intención. La comunicación en esas circunstancias se hace bastante complicada, por lo que debemos tomar en cuenta que para obtener buenos resultados en el caso de una discusión, deberemos estar dispuestos a escuchar las razones que nos han llevado a ella y claro argumentar las propias, pero lo más importante es lograr una buena comunicación, no aferrarse a nuestros puntos de vista exclusivamente.

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Como dos olas

Cual si fueses una ola
de un embravecido océano
Así llegaste tú a mi vida,
con una fuerza desmedida
Con una pasión,
que inerte me arrastró hasta el fondo

Entre la espuma
y sobre la cresta de tu ola
Me llevaste a conocer
lo más profundo de tu ser
Yo no pude defenderme
y enamorado me entregué

Me contagiaste con tu amor,
me convertiste en ola
Y contigo junto ya navego
en lo basto del océano
Somos dos olas desde entonces
en ese mar desconocido

Hemos pasado tormentas
y también hemos tenido calma
Vamos y venimos juntos,
como dos olas por la vida
Algún día descansaremos
al llegar hasta la playa

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Saber escuchar a la otra parte es primordial, no cegarse y solo creer que nuestra razón es la única verdad, recuerde que después de la tempestad viene la calma y la reconciliación es una manera muy agradable de disfrutar las delicias que nos depara el amor. Así que le sugiero e invito para que nunca deje de comunicarse con su ser amado. Pregunte y diga todo aquello que le proporciona placer, recuerde que el guardar silencio, es una manera muy eficaz para destruir al amor.
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sábado, 10 de enero de 2009

El placer 5a parte



Para recibir placer es necesario conocer y saber proporcionarlo y eso se enseña y aprende, únicamente por medio y a través de la práctica y sobre todo con la comunicación entre ambas partes. Así que sirvan estos poemas o prosas para invitarle a que sus deseos e intenciones para con su pareja, no los calle, al contrario, platíquelo y dígale todo eso que le gustaría para que su satisfacción sea completa y sobre todo pregunte de la misma manera, ¿Qué es aquello que a su pareja le gustaría? Pues tome en cuenta que el placer es cosa de dos y se debe proporcionar en la misma proporción y condiciones, pues al igual que el amor, ambos van de la mano para que se llegue a la culminación.
¿Cuántas veces hemos escuchado que las parejas se separan porque el o ella no satisface a su pareja totalmente, aun queriéndose mucho? Pero no por eso siempre debe ser así, ya que también y como ya mencioné hay que saber separar el placer del amor; pues muchas parejas eso es lo que desean y mientras no se cumplan una serie de condiciones ninguno de los dos se atreve a dar el placer esperado y, por consiguiente, tampoco lo recibe y así la pareja jamás será feliz. He aquí algo que me parece puede servir de ejemplo de todo esto de lo que he venido platicando. Ya que habla de los deseos y de los sueños a la vez, deseos y sueños que no siempre se hacen realidad, pero que forman parte importante de ese largo y complicado proceso del amor y en especial en esta etapa a la que yo defino como “El placer”. Y si de sueños hablamos, creo que lo siguiente será algo que está escrito muy a propósito, ya que según dicen, “Soñar no cuesta nada”.

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¿Sabes?, Anoche te soñé

Te soñé dormida, te soñé conmigo.
Soñé que suspirabas, que te despertabas.
Soñé que te arrullaba y dormía contigo.
Te di mis brazos y te acurrucabas.

Te soñé despierta, te soñé conmigo.
Soñé que me mirabas, que me sonreías.
Soñé el besarte y vivir contigo.
Te escuché decir que me querías.

Te soñé deseosa de estar conmigo.
Soñé hacerte mía y ser de ti.
Soñé tenerte y estar contigo.
Te di mi amor y te entregaste a mí.

Te soñé desnuda, te veías hermosa.
Soñé tu cuerpo y acariciarle.
Soñé tu rostro te veías ansiosa.
Te hice mía para poder calmarle.

Te soñé dormida, después de amarnos.
Soñé estar a tu lado, soñé tranquilo.
Soñé en seguirte amando y nunca dejarnos.
Te soñé feliz y siempre conmigo.
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“El placer es la parte del amor
que todos deseamos,
pero también es la parte más difícil de obtener”
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Solo fue un sueño

Cual pétalos de rosas perfumadas
Así percibo tu piel al acercarme
Cual sedas suavemente delicadas
Así siento tus manos al tocarme

Cual aroma de finísimo perfume
Me contagias de placer al insinuarte
Cual fuego violento me consume
Ardiendo de deseos por abrazarte

Cual la suave brisa del océano
Acaricias mi cuerpo ya impaciente
Cual tormenta embravecida de verano
Mis ansias satisfaces grandemente

Cual volcán en furiosa erupción
Me estremezco y termino explotando
Cual suspiro agotaste mi pasión
¡Vaya noche! Solo estaba soñando
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El placer en las artes del amor es uno de los pilares fundamentales para conservarle, pues no hay amor sin placer. No es posible imaginar siquiera, amar a alguien sin que este alguien nos proporcione placer y nosotros no le proporcionemos de igual manera el placer que requiera, sobre todo si tomamos en cuenta que hay muchas maneras de sentir y de dar placer; habrá quien con unas palabras de amor, un recado, unas flores o chocolates se sienta dichoso o dichosa, pero habrá también quien pretenda algo más, ardientes caricias, besos apasionados y abrazos apretados. De la misma manera, hay quien necesita de halagos, invitaciones, detalles y atenciones y no faltará quien exija bienes materiales, viajes, negocios, joyas, dinero, etc. Y que decir de aquellos o aquellas que desean sentirse amados y complacidos a través de una vida sexual activa, duradera y muy satisfactoria.
El placer nunca falta en el amor, lo importante es saber cómo y cuándo proporcionarlo a nuestro ser amado, para tales fines hay que conocer muy bien los gustos y deseos de nuestra pareja. Y la mejor manera de hacerlo es por medio de la comunicación.

domingo, 4 de enero de 2009

El placer 4a parte


Como usted puede darse cuenta, expresar nuestros deseos no significa necesariamente hablar de sexo, también se puede sentir placer al escribir y al leer lo que deseamos transmitir a nuestro ser amado. Las palabras suelen decir muchas cosas y por ende pueden transmitir los sentimientos más profundos, en especial si estas están dirigidas a quien deseamos y queremos agradar; con ellas podremos expresar cada uno de nuestros deseos, no importando cuales sean estos. Sin embargo, yo estoy convencido que el amor verdadero no puede existir sin que intervenga la sexualidad, considerando que el llegar a tener relaciones de carácter sexual significa que se ha llegado a la consagración del acto del amor. Y solamente cuando se llega a consumar esta unión entre los dos seres que se aman, es cuando es posible conocer la verdadera dimensión de lo que nos puede deparar el amor, se trate solamente de la preservación de la especie o para dar y recibir placer.
Estoy seguro que esta aseveración de mi parte, no a todos convencerá y hasta puedo decirle que muchas personas no estarán de acuerdo con ella. Pero permítame decirle algo, en especial quisiera dirigirme a aquellos que hayan tenido la fortuna de vivir momentos en los cuales, además de sentirse enamorados y totalmente correspondidos también hayan podido culminar su amor con estupendas noches de amor, noches llenas de pasión y de entrega total y sin condiciones. De seguro que me darán toda la razón, todo es cosa de recordar aquellos bellos momentos en los que hasta las palabras salieron sobrando y lo único que prevaleció fueron los abrazos muy apretados, las caricias llenas de deseo, y los ardientes besos que los llevaron al éxtasis total.
¿Y que me dirán aquellos que aun sueñan con que llegue ese momento, no me darán la razón en el sentido de que eso precisamente es lo que desean? Claro no faltará alguno o alguna que diga que eso no es verdad, pero sin duda, lo que realmente sucede es que no han tenido oportunidad de vivir esos inolvidables momentos, o quizá no se ha presentado la pareja ideal para poder experimentar esto que le aseguro, es realmente la culminación del verdadero amor.
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Nuestra entrega

Entre el calor de los abrazos
y el chasquido de los besos.
Poco a poco y lentamente,
nuestros cuerpos se desnudan.
Se despojan de candores
y descubren sus lujurias escondidas.

Las caricias más ardientes
y la inquietud de nuestras manos,
nos conducen con urgencia
a la entrega total sin condiciones.
Las palabras no se escuchan,
son más fuertes los deseos.

Los suspiros menudean,
la pasión se desborda enloquecida.
Serás mía, seré tuyo.
Haremos realidad todos los sueños.
Gozaremos al amarnos,
sentiremos el placer de nuestra entrega.

Haremos del amor algo divino,
verdaderamente inolvidable.
Piel con piel nos fundiremos,
hasta sentirnos uno solo.
Y al calor de la pasión,
te diré al oído cuanto te quiero.
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Después de leer lo anterior me gustaría conocer la opinión de aquellos que no concuerden conmigo en cuanto a mi punto de vista respecto a que la culminación del amor, del verdadero amor solo es posible conocerle cuando una pareja se entrega uno al otro sin condición alguna y su cariño lo demuestran proporcionándose placer mutuamente. Solo así será posible vivir y recordar esos momentos tan agradables y placenteros.
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Una noche inolvidable

Temblando de emoción
te acercaste para entregarte a mí.
Yo no supe que decir,
emocionado solo te pude contemplar.
Observé tu desnudez
e impresionado esperé acercarme a ti.
Y así, sin cruzar palabra alguna,
nos empezamos a besar.

Besé tus labios, besé tu cuello
y todo tu cuerpo con pasión.
Dimos rienda suelta a los deseos
y las caricias no faltaron.
Nuestros cuerpos desnudos
se aproximaron ya sin condición.
Acabó la espera,
en ese momento nuestros sueños se cumplieron.

De tus lindos ojos
brotaron algunas lagrimas de amor.
Te entregaste a mí sonriente,
feliz y con gran ilusión.
Yo recorrí tu cuerpo
palmo a palmo y sin ningún pudor.
Fue una noche inolvidable,
fue una noche llena de pasión.

Desde entonces vida mía,
nuestro amor es más hermoso.
Cada noche yo recuerdo,
como fue que te entregaste a mí.
No podré olvidar ese instante,
ues fue algo maravilloso.
Te observaba, tu temblabas
y yo esperando acercarme a ti.
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“Quien no se ha entregado a los placeres
más sublimes del amor,
simple y sencillamente no ha vivido”
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