miércoles, 30 de diciembre de 2009

LA SEPARACION 3a Parte

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Analicemos con más detenimiento los dos casos, el del que se queda y el que se va, pues ambos generalmente tienen causas comunes. Aclarando que mis aseveraciones están basadas en las condiciones de carácter general, ya que cada caso tendrá sus propias razones y no siempre será como yo trato de describirlo. Si nos dejan, si se alejan de nosotros, si nos han dejado de querer, debe haber causas y motivos, muchos de ellos pueden ser externos, pero muchos otros quizá los propiciamos nosotros mismos. Y de nosotros mismos depende el evitarles, claro sobre todo si realmente continuamos enamorados, ese es justamente el punto medular. Lo que importa es que continuemos enamorados, porque si no es así, definitivamente no habrá nada que evite la separación.
Necesitamos sentir amor para luchar por él esta es y será una condición a la cual debemos sujetarnos. Y si esta condición se cumple, debemos ser sinceros ya que en ocasiones las causas externas se presentan porque nosotros mismos no les damos la importancia que merecen. Si los celos o la desconfianza son argumentos por los cuales se alejen de nosotros, debemos preocuparnos por no propiciarlos. Recordemos que cuando estamos enamorados nos volvemos muy sensibles y si por descuido damos pauta para que nos celen o desconfíen de nosotros, no nos debe extrañar que en algún momento se alejen de nosotros.
Si existen malos entendidos e inclusive malos tratos, indudablemente que las cosas no irán del todo bien, al amor no hay que descuidarle, las buenas maneras y el trato cariñoso para quien comparte nuestra vida son remedios eficaces para que no nos dejen de querer. Si permitimos que terceras personas intervengan en nuestra relación las cosas también acabarán mal, tengamos presente que para disfrutar del amor, solo se requiere que participen dos personas. Y ya ni se diga si en nuestra relación mezclamos las cosas materiales, un mal negocio, el poder, el dinero, la pobreza y cuantas cosas más, son causas suficientes para provocar distanciamientos, envidias, rencores, engaños, traiciones, etc.
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“Cuando se pierde un amor,
cuando el amor se aleja,
nos preguntamos el porqué nos deja”
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La lista es larga, basta recordemos la etapa anterior, hablamos de la rutina, enemigo mortal del amor. Pues una vez que se hace presente nos puede llevar a sentir desanimo y con este llegará la falta de interés y lo peor de todo es que este nos lleve a buscar alguien más, alguien que nos ayude a romper con la costumbre y con eso si que se destruye el amor. De ahí la importancia de combatirle, pues como ya lo mencioné en esta etapa es cuando generalmente se presenta la infidelidad.
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Si te vas...

Si te vas... No tendré más alegría
La tristeza me invadirá, si tú te vas
Si te vas... Lloraré de noche y día
La angustia me llegará, si tú te vas

Si te vas... Tu compañía extrañaré
La soledad me asediará, si tú te vas
Si te vas... Nadie alumbrará mi camino
La oscuridad me alcanzará, si tú te vas

Si te vas... Mis ilusiones se esfumarán
La fantasía se acabará, si tú te vas
Si te vas... Mi vida entera te llevarás
La muerte me sorprenderá, si tú te vas
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Como podemos darnos cuenta, existen muchas causas y motivos para que se alejen de nosotros y por ende, nos dejen de querer. Pero de la misma manera debe quedar claro que de nuestra forma de ser y de actuar dependerá lo contrario. Pero si hablamos del caso opuesto, si nosotros somos los que deseamos alejarnos, llegaremos a las mismas conclusiones, pues todo es cuestión del lado en que nos encontremos. De ahí que anteriormente mencionase que en ambas situaciones las causas habitualmente son comunes y por tanto también los remedios. Si en esto estamos de acuerdo, a la par lo estaremos en el sentido de que el disfrute del amor depende de nosotros mismos y de nadie más.
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Esta noche

Esta noche no habrá luna
y las estrellas no brillarán
Hoy presiento habrá tormenta,
pues tus manos me soltarán
Yo lo intuyo, tu te iras
y nuestros sueños se acabarán
Lo he notado en tu proceder,
tus ojos ya no me mirarán

Esta noche, los fuertes vientos
tus cabellos desordenarán
Andando con premura,
gotas de agua tus caderas mojarán
Llevarás prisa al alejarte
y solo tus recuerdos permanecerán
No voltearas y en tu bello rostro
algunas lágrimas rodarán

Esta noche vida mía.
Nuestros deseos se extinguirán
Ya no habrá más despedidas
y tus besos me faltarán
Te iras y simplemente
todos mis anhelos se destruirán
Y para siempre nuestras vidas
destruidas quedarán

Esta noche con la lluvia,
solo lamentos se escucharán
Para ti cariño mío,
mis bendiciones te acompañarán
Para mí, los hermosos recuerdos
jamás me abandonarán
Yo jamás podré olvidarte
y mis ilusiones perdurarán
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“El amor perdurará, siempre y cuando
nosotros estemos atentos de que así sea”
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viernes, 11 de diciembre de 2009

LA SEPARACION 2a Parte


Si la rutina, los celos, la desconfianza y cuantos otros que ya mencioné nos vencen, el amor acabará y la separación será del todo inevitable. Así que no permitamos que esto suceda, luchemos para no perder la batalla, luchemos para que el amor perdure en nuestras vidas, hagamos hasta lo imposible para defenderle, busquemos la reconciliación, no bajemos la guardia ante el enemigo, tengamos presente que solo de esa manera podremos disfrutar del amor. Algo relativo a lo que digo, es esto que leerá a continuación:
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Quizá viajemos juntos

Como fuerte sopla el viento
entre las dunas del desierto
Así de intenso es el amor
y los deseos por abrazarnos
Sin embargo, vida mía.
Nuestro destino es muy incierto
Cual si fuese leve brisa,
nuestro amor esta por extinguirse

Se marchará rápidamente,
como el agua que fluye por el río
Y nuestro amor se perderá
al llegar hasta el estero
No habrá prisa, no habrá fuerza.
Todo será tranquilo
Y con tristeza,
ya no escucharé de ti un te quiero

Seremos libres como las aves,
surcaremos todos los cielos
Quizá viajemos juntos,
tal vez lo hagamos separados
Acabará el amor, ya no mas besos.
Acabarán esos deseos
Hallaremos donde detenernos
y suspiraremos ya cansados.
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Cuando la separación llega, cuando esta es inevitable nuestros sentimientos se revuelven. Por nuestra mente pasan muchas cosas y todas ellas se agolpan creándonos un verdadero caos, recordamos todo aquello que hemos vivido en compañía de ese alguien que nos ha dejado de querer. Deseamos todo sea igual, que nada cambie, que no nos deje, que no se aleje. Anhelamos los momentos ya vividos, tenemos presente sus palabras, extrañamos sus caricias, necesitamos de sus besos.
En fin son momentos bastantes confusos y complicados a la vez. Aunque el que se aleja es al que menos le preocupa el que hacer, pues quien se va es generalmente el que ha dejado de querer y el que se queda es el que siempre sufre más, de eso no hay duda alguna y así hay que entenderlo.
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Yo lo entiendo

No quisiera pensarlo,
ni siquiera aceptarlo. Lo percibo.
Ya no sientes mi cariño,
ya no sientes nada al acercarme.
Es muy triste así decirlo,
tal parece solo soy tu amigo.
No lo niegues, poco a poco
has dejado de quererme.

Sin los besos y caricias,
se acabó nuestra ilusión.
No me digas que no es cierto.
Tú lo sabes vida mía.
Ya no sientes nada al abrazarte.
Se ha perdido la pasión.
¡Qué tristeza!, Te he perdido.
Has dejado de ser mía.

Yo quisiera a ti pedirte,
que este amor no se acabara.
Que no dejaras de quererme,
que no dejaras de ser mía.
Yo quisiera que lo nuestro fuese eterno
y nunca terminara.
Sin embargo, yo lo entiendo.
Todo acaba vida mía.
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“Cuando el amor termina,
tal parece que la vida es la que se acaba”
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