domingo, 4 de enero de 2009

El placer 4a parte


Como usted puede darse cuenta, expresar nuestros deseos no significa necesariamente hablar de sexo, también se puede sentir placer al escribir y al leer lo que deseamos transmitir a nuestro ser amado. Las palabras suelen decir muchas cosas y por ende pueden transmitir los sentimientos más profundos, en especial si estas están dirigidas a quien deseamos y queremos agradar; con ellas podremos expresar cada uno de nuestros deseos, no importando cuales sean estos. Sin embargo, yo estoy convencido que el amor verdadero no puede existir sin que intervenga la sexualidad, considerando que el llegar a tener relaciones de carácter sexual significa que se ha llegado a la consagración del acto del amor. Y solamente cuando se llega a consumar esta unión entre los dos seres que se aman, es cuando es posible conocer la verdadera dimensión de lo que nos puede deparar el amor, se trate solamente de la preservación de la especie o para dar y recibir placer.
Estoy seguro que esta aseveración de mi parte, no a todos convencerá y hasta puedo decirle que muchas personas no estarán de acuerdo con ella. Pero permítame decirle algo, en especial quisiera dirigirme a aquellos que hayan tenido la fortuna de vivir momentos en los cuales, además de sentirse enamorados y totalmente correspondidos también hayan podido culminar su amor con estupendas noches de amor, noches llenas de pasión y de entrega total y sin condiciones. De seguro que me darán toda la razón, todo es cosa de recordar aquellos bellos momentos en los que hasta las palabras salieron sobrando y lo único que prevaleció fueron los abrazos muy apretados, las caricias llenas de deseo, y los ardientes besos que los llevaron al éxtasis total.
¿Y que me dirán aquellos que aun sueñan con que llegue ese momento, no me darán la razón en el sentido de que eso precisamente es lo que desean? Claro no faltará alguno o alguna que diga que eso no es verdad, pero sin duda, lo que realmente sucede es que no han tenido oportunidad de vivir esos inolvidables momentos, o quizá no se ha presentado la pareja ideal para poder experimentar esto que le aseguro, es realmente la culminación del verdadero amor.
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Nuestra entrega

Entre el calor de los abrazos
y el chasquido de los besos.
Poco a poco y lentamente,
nuestros cuerpos se desnudan.
Se despojan de candores
y descubren sus lujurias escondidas.

Las caricias más ardientes
y la inquietud de nuestras manos,
nos conducen con urgencia
a la entrega total sin condiciones.
Las palabras no se escuchan,
son más fuertes los deseos.

Los suspiros menudean,
la pasión se desborda enloquecida.
Serás mía, seré tuyo.
Haremos realidad todos los sueños.
Gozaremos al amarnos,
sentiremos el placer de nuestra entrega.

Haremos del amor algo divino,
verdaderamente inolvidable.
Piel con piel nos fundiremos,
hasta sentirnos uno solo.
Y al calor de la pasión,
te diré al oído cuanto te quiero.
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Después de leer lo anterior me gustaría conocer la opinión de aquellos que no concuerden conmigo en cuanto a mi punto de vista respecto a que la culminación del amor, del verdadero amor solo es posible conocerle cuando una pareja se entrega uno al otro sin condición alguna y su cariño lo demuestran proporcionándose placer mutuamente. Solo así será posible vivir y recordar esos momentos tan agradables y placenteros.
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Una noche inolvidable

Temblando de emoción
te acercaste para entregarte a mí.
Yo no supe que decir,
emocionado solo te pude contemplar.
Observé tu desnudez
e impresionado esperé acercarme a ti.
Y así, sin cruzar palabra alguna,
nos empezamos a besar.

Besé tus labios, besé tu cuello
y todo tu cuerpo con pasión.
Dimos rienda suelta a los deseos
y las caricias no faltaron.
Nuestros cuerpos desnudos
se aproximaron ya sin condición.
Acabó la espera,
en ese momento nuestros sueños se cumplieron.

De tus lindos ojos
brotaron algunas lagrimas de amor.
Te entregaste a mí sonriente,
feliz y con gran ilusión.
Yo recorrí tu cuerpo
palmo a palmo y sin ningún pudor.
Fue una noche inolvidable,
fue una noche llena de pasión.

Desde entonces vida mía,
nuestro amor es más hermoso.
Cada noche yo recuerdo,
como fue que te entregaste a mí.
No podré olvidar ese instante,
ues fue algo maravilloso.
Te observaba, tu temblabas
y yo esperando acercarme a ti.
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“Quien no se ha entregado a los placeres
más sublimes del amor,
simple y sencillamente no ha vivido”
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4 comentarios:

Anónimo dijo...

Lindo versos amor, pero mas lindo sentirse amada por ti, y sentirlo asi, como lo describes.
Besos Gaby

Anónimo dijo...

Ay amor, que hermoso sentir esa entrega, asi descrita por ti, todo cuanto te pueda decir, no expresaria lo que siento al leer cada una de tus maravillosas poesias, felicidades una vez mas. Luz M.

Anónimo dijo...

Genial leerte es un placer a mis ojos pasearme por los poros de tus letras... cuidate, besos

Anónimo dijo...

Un placer pasearme por los poros de tus letras, genial sentir las caricas de tus versos